Juan el apóstol nos está haciendo conscientes de que como Cristianos hay pecados que llevan a la muerte y algunos que no llevan a la muerte. Pero el pecado más importante que una persona puede cometer es el pecado de apostasía y el pecado de apostasía es lo que lleva a una persona a la muerte eterna y a la separación eterna del Señor y Su pueblo. El pecado de apostasía es el pecado que rechaza el plan de salvación a través de Jesucristo Su Hijo y Su muerte en la cruz como propiciación por nuestros pecados. Eso significa que Jesús murió en nuestro lugar para satisfacer la ira de un Dios Santo contra la paga del pecado. Entonces, aprendamos a identificar el pecado que lleva a la muerte y los pecados que no.